PROTEGERSE DEL SOL Y DEL CALOR
En casa, controlar la temperatura:
- Cerrar las persianas de las ventanas donde toca el sol directamente durante el día;
- Abrir las ventanas de casa para refrescarla durante la noche;
- Estar en las estancias más frescas;
- Utilizar algún tipo de climatización para refrescarse y refrescar el ambiente (ventiladores, aire acondicionado, abanicos, entre otros). Si no tenemos aire acondicionado, tratar de pasar como mínimo dos horas al día en lugares climatizados (bibliotecas, cines, etcétera), y
- Refrescarse a menudo con duchas o toallas empapadas de agua.
En la calle, evitar el sol directo:
- Llevar una gorra o un sombrero;
- Utilizar ropa ligera (como la de algodón), de colores claros y que no sea ajustada;
- Procurar caminar por la sombra, estar bajo un parasol cuando estemos en la playa y descansar en lugares frescos de la calle o en espacios cerrados que estén climatizados;
- Llevar agua y beber a menudo;
- Mojarse un poco la cara e incluso la ropa, y
- Vigilar en los trayectos en coche durante las horas de más sol y nunca dejar los niños o personas frágiles con las ventanas cerradas.
Limitar la actividad física durante las horas de más calor:
- Evitar salir a las horas del mediodía, que es cuando hace más calor, y
- Reducir las actividades intensas.
Beber lo suficiente y vigilar la alimentación:
- Beber agua y zumos de fruta tanto como podamos, incluso, sin tener sed;
- No tomár bebidas alcohólicas, y
- Evitar las comidas muy calientes y los que aportan muchas calorías.
Ayudar a los otros. Si conocemos gente mayor o enferma que vive sola:
- Tratar de visitarlos una vez al día;
- Ayudarles a seguir estos consejos, y
- Si toman medicación, revisar con su médico si puede influir en la termorregulación y si se tiene que ajustar o cambiar.
fuente: gencat.cat